Aunque son más seguras para algunas cosas, pueden ser más vulnerables en otras.
Nos hemos despertado leyendo una noticia que afirma que los expertos desaconsejan las cerraduras inteligentes y hemos querido aportar nuestro punto de vista a este tema.
Desde hace un tiempo, las cerraduras electrónicas se han consolidado como una alternativa domótica para tu hogar que, además, te permiten abrir la puerta desde el móvil, gestionar apartamentos vacacionales y comprobar si te has dejado la puerta abierta.
¿Son seguras las cerraduras electrónicas?
Puede parecer obvio contestar que sí a esta pregunta pero está llena de matices. El primero es el aspecto físico, ya que son más vulnerables físicamente que las tradicionales, por lo que será importante que los fabricantes trabajen en este punto ya que no haría gracia que nos abriesen la puerta con un simple destornillador.
El segundo, es la ciberseguridad. Damos por hecho que el software de estas cerraduras es seguro, pero tenemos que tener en cuenta que debemos estar al día en todas las actualizaciones que el fabricante publique.
En el campo de la seguridad, también tenemos responsabilidad, ya que debemos de llevar el móvil bloqueado porque perder el móvil podría ser la antesala de que nos entren en casa.
Otro factor a tener en cuenta es la vida de la cerradura, ya que cuando el fabricante deje de proporcionar actualizaciones, correríamos el riesgo de que aparezcan nuevas vulnerabilidades y la seguridad pueda verse comprometida.
¿La cerradura de Yolodoor es segura?
La cerradura de Yolodoor es más segura que las demás porque, aparte de ser motorizada, es una cerradura normal. La puedes abrir y cerrar con una llave normal y, aparte, tiene que la función inteligente para cuando lo necesitas. Desde la app puedes habilitar/deshabilitar la función.
Ademas, la cerradura de Yolodoor tiene una ventaja/desventaja y es, que si dejas la llave “pasada”, no se puede abrir desde el móvil, por lo que se convertiría en una puerta con una cerradura normal.
También queremos destacar, que cuando un repartidor abre la compuerta para entregar un paquete, la cerradura se bloquea, haciendo imposible que pueda meter la mano e intentar abrir la puerta.